sábado, 13 de diciembre de 2008

No voy a llorar...

Sus ojos se posaron en los suyos por un momento, no pudo ver mas…

El silencio se apoderó de la habitación en un instante, no había mas… era todo.

Con esa fría facilidad podía derrumbar un imperio… y ¿Por qué?- me preguntaron. No lo se, fue mi respuesta…

No podíamos controlar la situación, porque su encanto atestado de maldad era implacable…

Ella y yo sabíamos de cuanto era capaz, pero ella trataba de disimularlo, de justificarlo… de minimizarlo un poco… para que duela menos quizás.

Siempre supe que sus intenciones no eran sanas… y vos también lo sabías, pero no importaba, nada era más importante. Pudiste haber perdido todo por un segundo de magia… ¿Magia?, la magia no existe… sí las ilusiones. Ella es tu ilusionista, y vos sos su público fiel…

Deberías saber que los actos de “Magia” o Ilusión, como prefieras, sólo duran un instante, y detrás de ellos hay muchas verdades por revelar. Verdades que rompen el encanto, y que a veces es mejor no saber. Por eso preferiste ignorarlas.

Se te iba de las manos, yo me iba de tus manos… y algo se rompía… y algo se rompió.

Las agujas del reloj tintinearon súbitamente… abrí los ojos. Me quede en silencio un momento, mire la ventana y supe que el día había comenzado.

Cerré los ojos nuevamente con la esperanza de volver a despertar, tal vez, a una realidad diferente… pero no sucedió. Sentí el dolor punzante en mi pecho, el ardor quemaba más. Mis ojos se empañaron, trague saliva y me dije a mi misma “no voy a llorar”, y no lo hice.

Puse los pies sobre el suelo frío y me puse en marcha como un zombi… viaje escuchando la música alta, leí, trabajé, reí, comí, soñé, divague, volví a dormir… y el dolor permanecía dentro…

Segura de que no te importaba, me deje caer… después de todo, estarías dispuesta a perderlo todo por ese segundo de magia… de ilusión.

Te dije entre dientes que te olvidaras de que existo… murmure un “no vuelvas a llamarme cuando te destroce”… mire hacia mi derecha con completa indignación, dolor, odio… apretando la mandíbula con fuerza… y me repetí “no voy a llorar”… y no lo hice. Te dedique un Chau certero y determinado… para mí era todo, el final de la historia, el The end de la novela más irónica de mi vida… era el fin.

Me acosté con el estómago revuelto y la cabeza hecha un desastre, me apreté el pecho con la mano intentando cerrar la herida… y me perdí en el mundo paralelo de mis sueños distintos.

Desperté otra vez con la sensación de dolor intenso, mire el techo y supe que tenía que llamarte… no entendía por que… no había explicación alguna. El dolor seguía ahí, la bronca, la desilusión, el rechazo… pero algo aún mas fuerte me hacia tapar las heridas con vendas débiles para poder ponerme de pie un segundo y decirte “puedo intentarlo”… aunque eso me cueste la poca integridad que me queda.

Por alguna razón, que aún no puedo descubrir tome coraje y marque tu número en mi celular, escribí un mensaje sin sentido y me perdí en el silencio.

Me respondiste a los diez minutos… así comenzaba todo.

Me dolía mucho hablarte y simular que todo estaba bien, que yo podía caminar derechita y sin complicaciones, me costaba decir tonterías para distraernos… sentía que sangraba y que el ardor me carcomía… pero podía resistirlo un poco más… estaba segura de que no debía dejarte sola…

Por la noche me dijiste que ibas a salir con este ser… mas unos cuentos parecidos. Trague saliva, apreté los labios, suspire y te conteste una pavada… dolor. “Ignoralo”, me repetí.

Las fuerzas se me acababan… por suerte ella vino a despertarme de mi nebulosa… me dio la mano, me abrazo tan fuerte como pudo y el bien se apoderó de mi. Pude sentirme un poco mejor…

Olvidé los mensajes y procure no molestarte en tu velada con ningún otro texto descolgado… ella me animó a no escribir, me reí tanto como pude sin pensar en el asunto… ella es de esas personas que se roban la razón de uno por unos instantes para trasmitir un poco de paz, de alegría… y bailamos entre risas y charlas bobas…

Estaba mejor, no quería que terminara.

De repente mi celular comenzó a sonar…

Eras vos…

Por inercia me metí en el baño y te llame… te escuche y se me achicharró el corazón, mi cerebro se congelo, y mis ojos se colapsaron en lagrimas… “no voy a llorar” me dije… y no lo hice.

Apreté los dientes y te dije ¿Qué? Después de escuchar claramente lo que había pasado… me lo repetiste desconsolada, tu voz eran lanzas que me atravesaban… tu respiración acelerada, tu pulso latiendo de lejos en el teléfono… vi tus lagrimas, tu dolor… lo sentí tanto… no podía decir nada.

En ese momento supe por que esa mañana tuve la necesidad de hablarte, aunque me había jurado dejarte fuera de mi vida la noche anterior.

Junte fuerzas de donde no tenía para ponerme en pie y darte la mano… no iba a dejarte caer, verte así… me destruía aún mas… se le sumo una dosis de locura al dolor que ya venía sintiendo… tener razón sabía más a derrota que a gloria. Sentirte llorar, había desactivado todos mis sentidos… estaba peor, pero por vos podía mantenerme de pie.

Algo se rompió… hacia días que eso se había roto… trato de ignorar que fue… yo no estoy bien… pero no puedo dejarte.

Pienso constantemente “no voy a llorar”… y no lo hago. Pero me arde, me quema… mi dolor y el tuyo en mis venas. Quiero abrazarte y guardarte en mis brazos, llorar… perderme por un momento en vos.

¿Por qué te siento tanto?...

Tengo tu dolor y el mío en la mochila, puedo cargarlos… puede que lo que se rompió no tenga arreglo… o si. Pero yo no puedo arreglarlo, es tu deber.

Todavía siento que no hubiera importado nada, si ese segundo de magia hubiera sido tuyo y no de alguien mas… eso duele.

Eso duele.

NO VOY A LLORAR!...no.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Wake up...


Yo estoy de pie, yo miro al frente y puedo seguir… estaba ahí tirada y no me podia levantar mas… estaba ahí en silencio… sin derramar una sola lagrima…
Estaba ahí inmutable, sin sentidos, sin ganas, sin nada mas que un profundo ardor…

Me desperte con su nombre resonando en mi cabeza, mis recuerdos ya impresos con su marca personal no podáin librarse… y por que escapar?
Por el simple hecho de que tanto duele…
Se que no soy facil, se que menos aun entendible, tengo unos razgos violentos de sentimientos tensos, y me pierdo en silencio… no quiero que lo sepan… no quiero que lo sepa mas.

No queria despegar, me costaba tanto… arañe mis sabanas y me empuje, Sali de mi habitación a duras penas… me dolia tanto… y me dije a mi misma que tenia que poner lo mejor de mi…
Por su sonrisa quizas…

Hoy no estoy bien, ni ayer, ni antes de ayer… no tengo ganas de levantarme ni de mirar a mi alrededor… no tengo ganas de nada… pero Sonrisas, Carcajadas, Fuerza, Ganas… de esas inventadas… solo para variar…
Solo para que nada se vea tan mal… porque hay que estudiar, hay que seguir bien, hay que sonreir, con ganas… pero es duro… no es facil no…

Yo se que me va a costar, mucho… pero tengo q poner lo mejor que tengo…
Aunque…

Duele.