miércoles, 14 de octubre de 2009

...Acertijo...parte VIII


Tengo una posición determinante en cuanto a su mirada...

Había tres opciones, únicas e irrepetibles... sólo podía elegir una puerta por la cual salir...

… un segundo en el cual había decidido demasiado, estaba saltando a un tren en movimiento y podía golpearme, podía caer suavemente, o podía morir…
Con alguna fuerza sobrenatural tome coraje y me lance, volé, cerré los ojos, dije que sea lo que sea y caí sin avisar en sus labios…

En aquel segundo sentí como sus labios se escabullían, se apartó una milésima, me miro extrañada y frunció el ceño… estaba esperando en aquella milésima de segundo mi merecida cachetada y…
Ví sus ojos clavados en mi acercándose rápidamente, sin precisar la demora chocó contra mí. Sus labios se deslizaron por los míos sin permiso, irreverentes, abusivos… sentí sus manos irrumpir en mi cuello, pasando antes por mis hombros y terminando en mi pelo. Se robo mi razón y me despojo de su beso… me miro a los ojos tratando de explicarse…
Me quede en silencio por un momento… no entendía su pregunta… la miré, nos miramos…

Tuve una posición determinante en cuanto a su mirada…

Había tres opciones, únicas e irrepetibles… sólo podía elegir una puerta por la cual salir… pero la eligió él…

domingo, 11 de octubre de 2009

Te invito a sonreir...


Es muy probable que me quede en silencio meditando sobre el sabor que tiene para mi la primavera, y lo que quiere decir aquella quietud que invade mi alma...

Después de un momento de reflexión me quede pensando en el pasado, en aquellas sensaciones vividas, en el pánico de no volver a vivir algunas cosas y en el miedo intenso de volver a vivir otras...
Hace poco leí por ahí algo de “borrón y cuenta nueva”, frase que suele decir uno el 31 de diciembre, cuando se mandó una cagada, o simplemente cuando te sentís cagado y queres dejarlo a parte... olvidarlo.
Creo que la clave de aquella gran verdad de Savater es precisamente el olvido... porque si “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”, es porque se queda siego ante su experiencia. Prefiere no ver, prefiere evitar el recuerdo del dolor latente, y se vuelve a topar con el mismo cascote y no sabe como actuar... y se comporta como si fuera la primera vez, y se equivoca de la misma forma una vez mas... y al lastimarse, vuelve a borrar. Realmente creo que “el olvido es una fantasía” (Tan Biónica)... uno se hace el que se olvida, pero no se olvida nada... y para disimular comete errores del mismo tipo y vuelve a sufrir cíclicamente. El ser humano y su orgullo innato, el ser humano y la vergüenza, el ser humano y ese miedo a ser el problema...

Es un tema eso de sentirse “el problema”... sí, no lo niego uno tiene que hacerse cargo de sus actos, tiene que responsabilizarse por sus elecciones, sus errores y sus aciertos. Porque en el preciso momento en el que uno deja de hacerse cargo de si mismo, y le pasa a echar la culpa al destino, a la suerte, al azar, a otro... y a lo inevitable... está deshaciéndose de lo más preciado que tienen algunos mortales... por supuesto La Libertad.
Pero, ¿podemos llegar a extremos tales como sentirnos un problema?. No estoy de acuerdo con ello, yo creo que uno no es sin un entorno que le permita ser... entonces estamos constituidos por nosotros mismos y un mundo que nos rodea y nos complementa. Uno es como es por si mismo y por lo que son con uno... así que aquel que supone que el otro es un problema, puede que hasta sea participe del mismo.
Que tanto puede dañarnos nuestra propia especie... en tantos campos el hombre utiliza una más de aquellas facultades humanas para destruir... la crueldad que solo el ser humano ha desarrollado es tan retorcida y repugnante, y somos parte de ello... de esto y lo otro.

Es increíble que el amor nos haga ser tan tiernos y a veces tan fríos... un sentimiento, solo uno como lo es él puede crear y destruir.
El mismo frenesí que nos lleva a las nubes también puede dejarnos en las profundidades del infierno... la oscuridad y la luz. Es por este tipo de cosas que algunos de nosotros le tememos tanto, a veces es preferible quedarse mirando como sucede, como se desarrolla, como se enciende y se apaga, que vivirlo en carne propia. A veces el miedo a caer nos mantiene atados a la tierra... pero acaso ¿no cambiarias un momento de dolor por un trillón de segundos con alas?... el que diga no, es solo un cobarde.
¿De que vale vivir seguro en tierra, si no se va a sentir la emoción y la alegría del aire?... mil veces preferiría arriesgarme a saltar sin paracaídas que privarme de algo tan bello. Después de todo, las cicatrices dejan huellas en la piel y el corazón, son huellas del pasado, de experiencias vividas que nos ayudan a ser mejor... son rastros de dolor y gloria, saben dulce y amargo... nos advierten y nos alientan a volver al ruedo, a decir –Sí, quizás dolió... pero sano y estoy vivo-.
Quedarse en el sillón de casa viendo la TV, sin una mirada suave, sin un suspiro eterno, de esos que te cortan el aire y lo devuelven entorpecido... no se si tiene sentido, es como no estar para nada vivo, es como si sólo anduviéramos por inercia. Es como si hubiéramos renunciado a varias cosas... a ser felices, a la libertad, a la emoción... entre otras tantas.
Estar seguros no es ser feliz, tener seguridad y comodidad no es felicidad... es simplemente más de sillón y TV... es no arriesgar.
La libertad desfachatada es libertad... mas bien libertinaje, es estar sólo y hacer lo que uno quiere, pero también es mas del miedo a salir herido, es más de ese miedo a jugarse... a caer o dejar caer... es parte de aquellas “pequeñas muertes”(TB)...
La soledad no es buena amiga, no es despreocupación y tranquilidad... es tal y como suena... es soledad. Es no tener el valor suficiente de tararse al vacío y ver después...

Yo invito a ser, a sonreír, a llorar, a morir, resucitar, lastimarse y sanar... mirarse los moretones y recordar, sentir aromas y volver atrás... invito a vivir, a respirar que siempre nos podemos volver a levantar.

J