martes, 27 de abril de 2010

Game...


Dieron las doce y el reloj volvió a cero, perdí la cuenta y todo volvió a comenzar… el clima templado no anunciaba nada, pero una brisa inconclusa destruyo cualquier segmento de paz en mi ser…
El había vuelto y se había infiltrado en mi, corría por mis venas colapsando mis células, desgarrando tejidos y volviendo a sanarlos… lo sentí tibio, lo sentí suave… lo sentí llegar.
El silencio reinaba en la habitación oscura, solo yo podía olfatear su perfume crudo y su sabor dulce y profano… no dije nada, no hubo ninguna palabra que brotara de mis labios quebradizos… una gota de sangre cayó y provocó un ruido estridente, sabías que estaba ahí…
Sonreí, solo media sonrisa como es mi estilo… suspire y en esa bocanada de aire frío percibí tu calma insensata… no me tenías miedo y eso estaba bien. Me quede inmóvil por un momento y luego me deje caer sobre una pared, cruce mis brazos y subí una pierna para apoyar la planta de mi pié contra la pared sucia…
No dijiste nada, te quedaste en silencio con una casi sonrisa de lado, la boca semi abierta y los ojos entre cerrados… cerraste la boca y levantaste tu mentón, trataste de mirarme fijo como preguntándome y ahora que?...
Tus ojos seguros me causaban gracia y te sentiste desconcertada cuando no te dediqué ninguna mirada… solo negué con mi cabeza despeinada…
Jamás quite mi media sonrisa y saboree cada fragancia que emanabas… t volví a mirar sin mirarte, no es mi estilo ver directo a los ojos… levante la mirada y la fije… no entendías que veía porque no podíamos vernos… la oscuridad de la habitación era rotunda.

Suspiraste antes de comenzar a hablar pero no pudiste, cerraste la boca, tragaste saliva y lo entendiste todo…
Estabas perdida.

domingo, 25 de abril de 2010

No es preciso…


De repente no soporto tu manera de mirarme y me molesta que sepas decir lo que no me gusta escuchar… abrí la ventana del 343 a las siete de la mañana y el golpe fresco de la brisa helo mi nariz… mire a través del vidrio que comenzaba a desempañarse y el sol salía lentamente dándolo ese tono calido a los cortos días de otoño.
No siento que pueda decir nada claro, no siento que pueda saber demasiado y realmente no podrías explicarme nada de lo que siento… espero que optes por hacer silencio y descongeles esa mirada clara, es preciso que no entiendas nada más en realidad.

No mires demasiado la profundidad de mi mirada… no lo hagas, no esperes que sonría no disfrutes de eso… y no me extrañes.

No es preciso…