jueves, 3 de marzo de 2011

Una dosis de mi propia medicina...


Y entonces se filtra por mis poros y mi nariz ese aroma… la calle está húmeda, cierro los ojos y respiro ese aire, fresco, violento, profundo. Me penetra y se inyecta en mis recuerdos y me lleva en el tiempo, y viajo y no puedo evitar esas imágenes. No lo puedo detener no quiero… está todo tan claro.

El asfalto oscuro de las calles frías, heladas por aquel monstruoso invierno que envuelve la noche y deja bruma flotando en la ciudad, junto con los edificios tan viejos, le dan un toque más denso a la niebla que ensombrece los callejones, las veredas y los cielos de una ciudad que no duerme.

El amor flora en el aire, sobrevuela las almas en pena que vagan entre las luces repletas de mosquitos muertos.
Es inevitable, el amor está en todas partes, tan oscuro, tan tenue… el amor por la noche es distinto, por lo general no trae flores y sonrisas, es negro.
Cae sobre la ciudad como una hoja que se desprende de un árbol en otoño, lenta y hábilmente se desliza por el aire hasta tocar suavemente el piso. Entonces el agua sucia con aceite de motor se proyecta entre sus venas y la hoja ya no es tan clara.

Camino por esas calles tan frías con mis zapatillas sucias. Me arregle para la ocasión pero tengo la cara helada, estoy pálida.
En las veredas húmedas camina gente con la mirada perdida, algunos ríen, otros ignoran, algunos lloran, otros mendigan… diferentes cosas, no sólo monedas.
Botellas rompen contra los adoquines, colectivos pasan rápido haciendo volar papeles y salpicando a los lados…
El dolor esta en sus cuerpos y no pueden alejarlo, la noche no esconde su belleza pero si su locura. Te seduce, te acorrala, se impone y te deja ciego… te haces adicto y no podes dejarla, es una amante perfecta.

El amor es más rápido en la ciudad que no duerme, te atraviesa como una flecha, hierve tu sangre y la desparrama. Te golpea el corazón como una bala de plata, te adormece, te desintegra, te hace volar y te lleva al infierno. Te envenena el alma y te sacude el olvido… el amor por la noche es un peligro, es un desastre… es el que más duele y el más dulce.
Ese amor te enferma y te cura.