domingo, 23 de noviembre de 2008

TicTac Hope

Que pasa cuando vos queres regresar el tiempo atrás?... el tic tac imparable de las agujas del reloj te amenazan y se ríen advirtiendo que jamás van a volver un segundo antes de que ese colapso se diera… de que ese quiebre inevitable te raje las ganas de vivir, y una grieta un poco oscura se abra una vez más en ese estupido corazón tuyo…

A veces tenemos cerebros y corazones que gravan todo en DVD y luego lo reproducen una y otra vez, mostrando breves sonrisas, y carcajadas aún mas cortas, que se ven de lejos… que se ven borrosas… y que son extrañadas… necesarias como agua en el desierto.

Esos recuerdos no se van, no hay forma de despedirlos de la vida, son razones pérdidas de momentos exactos… en los que podías decir –ahora si creo que estoy feliz-. Convivimos con ellos, nos mentimos diciendo que los olvidamos, nos engañamos con risas truchas y llantos secos, de esos que se esconden debajo de almohadas por las noches… sólo para decir –Estoy vivo- y que alguien lo escuche y lo crea… por nosotros, para que la mentira se haga verdad… solo en la fantasía absurda… porque solemos tomar mas en cuenta lo que dice el otro que lo que nos susurramos en la intimidad.

De este tipo de cuentos, dichos, y hechos difusos suelen salir seres imaginarios, que completan un rompecabezas aún mas complejo… y entonces somos quienes quieren que seamos… somos la risa, la fuerza, las ganas, la garra, la fiesta de ese que un día se planto de rodillas a llorar sin descanso… y nos perdemos en el personaje, y nos creemos como siempre el cuento soñado… y entonces que?... un día de aquellos, en los que nada es como debería ser ese disfraz se cae sin aviso, la mascara pierde la magia y entonces caes al suelo, y el mar de lagrimas te ahoga en un silencio fortuito…

Y esperas… y el tic tac no deja de sonar, y esperas… una vez mas… y esa persona, la de las risas intensas, la de las palabras justas no llega… y te miras al espejo y te das cuenta que todo lo eras vos… para el resto… y el resto no se calza el disfraz para vos… entonces ya sin dejar de caer en la cuenta de que eso era solo un destello de vos… te dejas ir.

Para nuestra mala suerte, el tic tac no deja de aturdir nuestras ideas… el tiempo corre y nunca da espacio a nuestro cerebro perezoso, que piensa menos de lo que debería… y deja mas al corazón siniestro, que siente… y eso es lo que nos hace peligrar…

Sentir… el miedo de lo correcto y lo incorrecto, de las verdades y mentiras, de las lagrimas oscuras, de las sonrisas misteriosas, de los ojos brillantes, de la seriedad intensa… sentir es inevitable, tal como el detenimiento y retroceso del tiempo… y todo eso en conjunto hace los cambios, el mundo gira y no da vueltas en sentido contrario, las estaciones pasan y el otoño tiñe las hojas de anaranjado y marrón, algunas amarillas… el invierno cubre el cielo celeste de gris… la lluvia se lleva parte de lo que fue y nunca volverá a ser… la primavera revive el cantar de los pájaros, el color de las hojas, el brillante sol cálido… y el verano enciende el fuego, quema silencios, roba momentos… regala futuros… y nada deja de cambiar… y ya el mundo esta hastiado de tanto, que ya no le duele… que ya sabe que es así esto de vivir… tan inevitable como sentir…

Para nosotros, los débiles humanos, algo tontos y alborotados… lo de cambiar no es del todo bueno, nos abruma, nos deja tiesos, nos trae miedos, ilusiones, desilusiones, ideas, perdidas de tiempo, fracasos, triunfos… encuentros, desencuentros… con otros, y con nosotros mismos. El cambiar es parte del crecer, del aprender a ser… del elegir caminos, de probar, de ensayar y cometer errores… es simplemente parte… y no podemos evitarlo, como el paso del tiempo, como esto de ser sentimentalmente frágiles…

La percepción del mundo cambia a cada instante, los sentimientos son difusos a veces, la gravedad se pierde y nos vemos volando entre mundos diferentes, con fronteras poco claras, y entonces elegir lo que nos hace bien se complica… lo correcto y lo incorrecto amenaza… las reglas a veces no pueden ser rotas, por esa moral intrínseca de los seres humanos… pero algunas de ellas deberían…

Los cambios están atados a perdidas, de personas, de objetos, de sentimientos, de ideales… de momentos… son previos a futuros inciertos que nos dan un poco de vértigo… y también son parte… y no son sencillos, pero pueden ser modificados, superados, aceptados… todo puede ser más fácil si miramos a donde no solíamos ver… a veces no estamos tan solos, a veces no somos solo nosotros y el espejo, que nos refleja que esas dos personas tan diferentes somos solo nosotros mismos… arlequines de nuestra propia existencia… sentenciados a ser dos por los otros… y ninguno por nosotros mismos…

Quizás estas buscando demasiado, y tal vez hasta en lugares equivocados… a veces solo hay que dejarse ser… porque ser como viene uno a ser, en ese momento sin demasiados rodeos, a veces es un simple mapa de un tesoro que guardábamos en nadie sabe donde…

A veces también hay que mirar bien, esperar, sentir lo intenso por más triste que se vea ese sentimiento… y permitir que en esa oscuridad absoluta nuevas manos te tomen y te pierdan en un abrazo sinceramente arrullador… porque hay muchos que te ven, muchos que te toman en cuenta… muchos como yo que hoy piensan en vos.