jueves, 20 de noviembre de 2008

Es Tiempo De Dejarlo Ir...

El palpitar de mi corazón empezó a ceder ante el sonido de su nombre… el silencio se hizo profundo y entonces… lo supe…

Los días se volvieron polvo y se escurrieron como arena entre mis dedos… las promesas se diluyeron lentamente debajo de una lluvia corrosiva, y la densa niebla que cubría mis ojos fue desfigurando nuestras miradas…

No es que quisiera que todo esto sucediera de esta forma, en este orden, bajo estas circunstancias, de esta manera… casi deliberada… no por mí… quizás por el tiempo…

Pero si el futuro se transforma a cada paso, y cada minuto, cada palabra, cada respiro, cada latido, hacen que los planes se deformen hasta cambiar radicalmente… ¿Qué es lo que puedo hacer?... ya sabes, nada.

Deje que las cosas se sucedieran del modo en que se venían dando, sin darle espacio al cambio, sin tratar de modificar nada… seguí de pie, se me aflojaron las rodillas y casi me caí… unas manos me tomaron unas palabras me susurraron, un silencio se hizo eterno…

Sonrisas, charlas divertidas y ligeras… palabras que fluyen una tras otra, su risa contagiosa… las cosas cambiaron tanto sin que te dieras cuenta, sin que yo lo supiera…

A veces las heridas dejan marcas, a veces no… las profundas son las que te regalan cicatrices, los raspones arden como fuego durante un momento, pero después de ellos no hay rastros… son de esos raspones los que me están sanando… y no va a quedar rastro, y no va a haber recuerdo… ni de ellos… ni de nada.

Por mas que no queden marcas he aprendido de algunas experiencias, entendí algunas cosas, y decidí cambiar para siempre, modificar algunas cosas, dejar los pañales, soltarte las manos, cortar las cuerdas que nos mantenían finamente apelmazadas. Despegar de aquel lugar en donde había aterrizado de forma forzosa hace algún tiempo… ese lugar que ya no me necesitaba…

Me puse una mochila mal armada, solo con algunas cosas necesarias, de esas que uno lleva cuando emprende viajes inesperados, de un segundo al otro… y partí de aquel territorio extraño, perfecto e imperfecto, peligroso pero hermoso… me fui de todo aquello que ya había acabado por enloquecerme… aquello que ya había terminado conmigo… aquello que había exprimido hasta el ultimo de mis destellos…

Pero yo se como son estas cosas, son cuestiones de viajeros, uno se agota, se prepara in nada, y vuelve a encontrar un mundo nuevo, repleto de muchos mas caminos por andar… creo que simplemente era hora de dejarlo ya…

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