Te miro sin mirarte… sus ojos se pierden entre aluviones de estrellas, las nubes se ocultan y solo importa ella. ¿Qué mas queda cuando la nada es todo?, ¿Cuando el callar es deseo, cuando un silencio dice demasiado?...
No puedo mirarte y lo sabes, jamás puedo mantener mi mirada fija. Es inevitable, por más que odie hacerme presa de eso…
Te veo en secreto y no decís nada, ni te das cuenta de que sigo ahí… te prefiero, por mas que el quererte me condene al infierno, por mas que buscarte sea estúpido…
Miedo, de todo, de lo desconocido y de lo que conozco, no se nada de ti y tu de mi sabes todo.
Es que soy un infante, ¿y vos?...
Es el poder que ejerces sobre mi, es que cuando me miras yo se lo que tengo que hacer, es que cundo reís… en ese momento exacto el mundo se detiene y por mas que no seas perfecta, por mas que no seas eso que estoy buscando… te ves perfecta.
Te ves tan tierna, y revestís mi mundo de diferente maneras y me decís si y es si y me decís no y es no, y te impones ante mis palabras breves…
No digo nada, no te contradigo, te sigo… te miro y en silencio me pierdo entre tus ojos que poco saben de lo que guardan los míos…
Ese destello luminoso de tu mirada triste…
¿Y tu voz?... susurros… lejanos.
Ecos que no volverán escuche una vez…
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