El silencio me perturba otra vez… me desperté cansada, confundida, preocupada, algo ansiosa quizás… no le se. Vos sabes que yo nunca se nada.
La noche se hizo larga y los sueños no tenían nada que ver, eran raros y descabellados. De esas cosas que nunca van a suceder, de esos sueños que no tenes claro si fueron ayer.
Los días pasan a veces sin que te extrañe, como si estuvieras cada instante a mi lado y por esa razón no sintiera la necesidad de necesitarte… aunque estés ausente.
Son momentos, son instantes que me susurran al oído que en realidad sí te estoy extrañando, que sí te necesito…
Mis ojos se llenan de nada, y mis secretos se llenan de todo. Mi corazón late fuerte y no late, son segundos… son milésimas… la verdad siempre me estremece.
Hoy mi sangre corría rápidamente por todo mi cuerpo haciéndome cosquillas, estaba agotada, mi cuerpo no respondía y aún así sentía la necesidad de moverme… escuche entre sueños Ce! Soy yo… y fue suficiente.
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