Me voy… lejos, en el cielo, entre las nubes espesas, cerca de las estrellas que furiosas hierven… casi quemando mis pestañas, el sol. Estoy a un paso de su fuego, arde y mi piel se quema, pero no me duele… no me duele nada.
La perfecta vía láctea, sombras me envuelven, espejos me reflejan, susurros me sorprenden. Pero nada, nada me asusta… la galaxia entera me fascina, me distrae, me hace reír, me hace llorar… me descubre y me cubre, me esconde… la perfección absoluta en el cielo nocturno.
Y caen una a una mis plumas, y comienzo a caer suavemente, el viento frío atropella mis músculos. Gotas heladas humedecen mi rostro, no veo… no veo nada.
Y caigo… me sumerjo en lo mas profundo de un océano celeste, tan celeste como mi nombre… millones de peces de diferentes colores me observan y revolotean a mi alrededor. Sus movimientos perfectos me encantan, me divierte verlos casi felices… o completamente, ¿Cómo saberlo?
Corales, estrellas de mar, hipocampos, medusas, algas… tiburones y ballenas, algunos delfines jugando a ser hombres y como olvidar a las sirenas… con su canto hipnotizante, sus cabellos sedosos, y su larga cola. El mar estaba perfecto cuando cerré los ojos…
Desperté en una colina cerca del cielo de nuevo, las mariposas aleteaban cerca mío, mis ojos parpadeaban tan rápido como sus alas y de repente un colibrí… flores, hojas, árboles inmensos y el suelo fresco, el pasto verde y el sol escondiéndose… el atardecer intrínseco, el cielo azul se tornó rosado, quizás salmón, luego violáceo, las nubes fuxia se contrastaban… algunas aves. El sol se fue.
La perfección absoluta en el cielo nocturno, en aquella colina, mirando el mar…
Volar… por más que no existan alas, volar… a través del tiempo, el viento y las nubes… volar con sueños… es posible, no importa el momento ni el lugar.
Fly… the sky is perfect…
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